Un hogar bien iluminado va más allá de las lámparas. Implica una evaluación de la inversión en bombillas, de la distribución de la casa e incluso del tiempo que pasaremos en ella. ¿Quieres conocer qué otros factores influyen?
Iluminación natural para ahorrar en la tarifa de luz
La mejor manera de ahorrar en la tarifa de luz y optimizar la energía artificial, es manteniendo nuestro hogar con entradas de luz natural. Pero ¿cómo podemos aprovechar este recurso? El éxito para una buena iluminación con luz natural, se halla analizando los espacios, los usos que deseamos darle y la hora en que puede ser más productiva; y en ese mismo orden, planificando cuándo hacer uso de la luz artificial. Este proceso te ayudará a conocer otros tipos de herramientas e iluminaciones; por ejemplo, la LED con la que podrás disminuir hasta un 90% los costes en electricidad y reducir emisiones de gases contaminantes.
La iluminación ¿Se puede planificar?
Como señalamos, iluminar un ambiente adecuadamente te puede llevar al aprovechamiento de la luz natural y al ahorro de la artificial. Y aunque parezca un proceso sencillo, puede no serlo. Veámoslo así, ¿la sala de estar debe tener la misma lámpara que el salón de estudios? ¿El dormitorio requiere una bombilla de luz amarilla de 100 vatios? ¿Ahora lo ves? Si lograste responder estas y otras preguntas, ya llegó el momento de diseñar o reubicar tus lámparas en las diferentes zonas de la casa. Eso sí, no olvides tomar en cuenta los espacios que ya tienen acceso a la luz del sol.
¿Qué espacios debemos iluminar?
Para saber donde vas a ubicar tus lámparas y bombillas, debes tener bien claro qué puntos iluminarás en cada espacio. Por ejemplo, en el comedor te conviene iluminar la mesa de centro, para que durante las cenas o en los días de poco sol puedas ver todo con claridad. Así mismo:
- Dormitorios. Para este espacio es suficiente una lámpara principal que ilumine todo el lugar. Pero si eres amante de la lectura nocturna, te sugerimos complementar la iluminación con al menos una lámpara de mesa.
- Cocina. Este espacio requiere de mucha iluminación distribuida armoniosamente en todos los espacios. Incluso, recomendamos la instalación de ventanas amplias para que la luz natural tenga acceso. También aconsejamos la incorporación de luces LED en el mobiliario.
Es importante que para el área de estudios tengas luz natural directa, esta no solo favorecerá tu concentración y capacidad de atención; sino que te ayudará a cuidar tu vista.
¿Cuál es la luz ideal?
Sabemos que medir el color de la luz natural no es una tarea que esté en nuestras manos, pero sí lo es medir la de los focos o bombillas. Como cada tipo de luz puede adecuarse a las necesidades, aquí te dejamos algunas sugerencias:
- Luz neutra. Esta tonalidad es similar a la de la luz natural, por eso es ideal para ubicar cerca de espejos o en vestidores.
- Luz fría. Sus tonalidades azules son apropiadas para crear ambientes de trabajo que requieran mantener la vista fija, por ejemplo, frente a ordenadores. Pero también son ideales para las cocinas.
- Luz cálida. Su color es parecido a la luz halógena tradicional o incandescente. Su tonalidad es ámbar y conviene usarla en espacios pequeños como el comedor.
Con respecto al tipo de lámparas, procura ubicarlas en espacios donde la luz natural no llegue. En el techo es ideal para una iluminación intensa y directa, por ejemplo para el comedor o cocina. Si optas por lámparas de pie, el despacho o biblioteca serán los mejores espacios. Pero si ya tienes algunas ubicadas en la pared, trata de colocar algún cuadro u objeto cerca para que destaque y llame la atención.
En resumen, hay muchas formas de aprovechar la luz natural y optimizar los recursos de la artificial. De esta manera, habrá una disminución en la tarifa de la luz y los espacios de nuestro hogar se verán más armoniosos e iluminados.
Fuente: vivienda saludable